El pueblo palestino conmemora el trigésimo cuarto aniversario del inicio del gran levantamiento popular palestino, y todavía se enfrenta a diario, las veinticuatro horas del día, la máquina de opresión, asedio, represión, arresto, y desafía al colonialismo sionista racista en todo el territorio de Palestina ocupada, anhelando el retorno, la liberación y la dignidad, continuando su valiente resistencia a pesar de todos los obstáculos y desafíos. Hoy, en el aniversario del glorioso levantamiento popular de 1987, que constituyó una nueva estación de lucha en su camino de liberación, un hito en la historia de su lucha nacional y una reserva inagotable de conocimiento revolucionario. El pueblo palestino se encuentra ante esa importante etapa y extrae de ella más lecciones y ejemplos, que las generaciones palestinas y árabes transmiten de generación en generación. Es una fuente de orgullo para toda la humanidad
La Gran Intifada Popular Palestina, que comenzó el 8 de diciembre de 1987, fue el resultado natural de una larga experiencia revolucionaria y de lucha y enfrentamiento contra la ocupación sionista desde 1948. La intifada demostró la fuerza de voluntad de un pueblo luchador, dispuesto a sacrificarlo todo, por conseguir sus derechos humanos y civiles. Así como la madurez y riqueza de su movimiento de liberación en todos los niveles, feminista, sindical y estudiantil, y su capacidad superior para la organización popular y la creatividad, creando una alternativa nacional y construyendo una economía nacional de resistencia.
El pueblo palestino demostró su valía en la gestión de sus asuntos civiles, dirigiendo sus instituciones agrícolas, industriales, médicas, educativas, deportivas y culturales, e imponiendo la autoridad popular en aldeas, campamentos y ciudades mediante la formación de “comités populares” y “comités de protección” cuyo referente eran las masas y liderados por cuadros revolucionarios íntegros y competentes, liderados por prisioneros y prisioneras liberadas, Gente de credibilidad y experiencias de lucha.
El movimiento de cautivos palestinos jugó un importante papel de liderazgo en la dirección y conducción del levantamiento popular dentro y fuera de las cárceles. La liberación de 1.150 prisioneros en 1985 en un proceso de intercambio entre la resistencia palestina y la entidad sionista, jugó un papel importante en el retorno de cientos de cuadros revolucionarios de las cárceles al terreno de la lucha popular, militar, sindical y cultural, por lo que contribuyeron en revolucionar y organizar el movimiento nacional palestino y llevar la responsabilidad desde el momento del estallido de la revuelta. Mientras que las cárceles y los centros de detención se habían convertido en escuelas revolucionarias que recibían y despedían a los jóvenes y estudiantes, mejorando la experiencia de la nueva generación y su papel de liderazgo en la lucha, puesto que la ocupación habia arrestado a decenas de miles de Palestinos, la mayoría de los cuales son jóvenes.
El papel del movimiento cautivo palestino no se limitó a liderar las tareas de la lucha diaria para desarrollar y sostener la llama del levantamiento popular, sino que también presentó cientos de importantes documentos y estudios que se escribieron en las cárceles sobre la experiencia del trabajo revolucionario. Los presos contribuyeron a fortalecer la cultura nacional y transformarla en un arma de conciencia revolucionaria y conocimiento profundo que enraizó la cultura de la constancia en las bóvedas de la interrogación y los valores del trabajo en equipo y la solidaridad social y humanitaria.
En la medida en que el movimiento cautivo palestino abrazó la intifada y guiaba y reforzaba su acción, el pueblo palestino en el exterior abrazó su movimiento cautivo y lo consideró un tema de lucha diaria y así el movimiento cautivo ocupó su posición natural central en el liderazgo del movimiento de liberación palestino y participó en la toma de decisiones políticas y la lucha de la intifada.
Hoy, 34 años después del estallido del levantamiento popular, recordamos a los presos que ingresaron en las cárceles sionistas antes de esta fecha, como los militantes Karim Younes, Nael Barghouti y Walid Daqqa, y los mártires del movimiento cautivo en las cárceles de ocupación y su liderazgo revolucionario, como recordamos al luchador libanés internacionalista George Ibrahim Abdullah, que se encuentra preso en las cárceles de Francia desde 1984, y hacemos un llamado a seguir trabajando y organizándose por su liberación y a asumir la responsabilidad de exponer los crímenes de ocupación contra hombres y mujeres prisioneras en las cárceles del colonialismo sionista racista.
Hoy, afirmamos nuestro rechazo, una vez más, a todas las políticas oficiales palestinas que socavan el papel y la posición del movimiento cautivo palestino. Y los acuerdos que disiparon sus sacrificios y desperdiciado los logros del levantamiento popular. Especialmente los Acuerdos de Oslo de 1993 y los miserables anexos y acuerdos que le siguieron, que infligieron el mayor daño a la causa del pueblo palestino y su movimiento cautivo en lucha.
Hoy también reafirmamos que los prisioneros y prisioneras, seguirán siendo el núcleo sólido de la resistencia y el verdadero liderazgo de la lucha de liberación palestina en Palestina y la primera línea en la defensa de los derechos nacionales legítimos del pueblo palestino. Renovamos también nuestra voluntad y determinación de seguir trabajando por la liberación de hombres y mujeres prisioneras y seguir la lucha revolucionaria hasta lograr el retorno y la liberación de Palestina del río al mar.