La coordinadora internacional de Samidoun recibe en Teherán el Premio Islámico de Derechos Humanos

Durante el proceso de entrega de premios de este año, el Comité del Premio Islámico de Derechos Humanos y Dignidad Humana propuso a 42 personalidades de derechos humanos de 17 países, de las cuales seis fueron seleccionadas como ganadoras y tres recibieron menciones especiales durante la ceremonia.

Los premios fueron entregados oficialmente en una ceremonia celebrada en Teherán, Irán, en presencia del presidente del poder judicial iraní, representantes de organizaciones no gubernamentales, Kazem Gharibabadi, Secretario General del Alto Consejo de Derechos Humanos de la República Islámica de Irán, y embajadores de diversos países acreditados en Teherán.

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Los galardonados con el 8.º Premio Anual Islámico de Derechos Humanos fueron los siguientes:

  • Galardonados especiales: el mártir Ismail Haniyeh, presidente del Buró Político del movimiento Hamás; el mártir Hossein Amir Abdollahian, XIII ministro iraní de Asuntos Exteriores, y su familia; y el general de división del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, Mohammed Reza Zahedi, y su familia.
  • Seis premiados: Ziyad Nakhaleh, secretario general del Movimiento de la Yihad Islámica Palestina; Siraj al-Haq, ex presidente de Jamaat-e-Islami Pakistan (JIP); Jaime Ermida, representante permanente de Nicaragua ante las Naciones Unidas; Charlotte Kates, coordinadora internacional de la Red Samidoun de Solidaridad con los Presos Palestinos; Gilles Devers, abogado y defensor de los derechos humanos francés; y Asadollah Asadi, ex diplomático iraní recientemente liberado.

“Muchas personas en todo el mundo, incluso en países que apoyan los crímenes del régimen sionista, como el criminal Estados Unidos, son conscientes de las acciones de este falso régimen. Sin embargo, eso no es suficiente, y los defensores de los derechos humanos islámicos deben tomar mayores medidas para exponer los crímenes del régimen sionista”, declaró el jefe del Poder Judicial iraní, Hojjatoleslam Gholamhossein Mohseni Ejei, en la ceremonia conmemorativa del Día Islámico de los Derechos Humanos y la Dignidad Humana.

Por su parte, el secretario del Comité de Derechos Humanos y vicepresidente del Poder Judicial para Asuntos Internacionales de la República Islámica de Irán, Kazem Gharibabadi, afirmó que la conmemoración del Día Islámico de los Derechos Humanos y la Dignidad Humana de este año es “un reflejo completo de la opresión a la que está sometido el pueblo palestino”.

Añadió: “La propagación de la islamofobia, la incitación al odio y el apoyo de los gobiernos a estas medidas bajo el pretexto de la libertad de expresión es un fenómeno peligroso. Su expansión aumenta el odio y la violencia contra los musulmanes, amenazando la paz, la seguridad y la coexistencia pacífica, así como las relaciones amistosas entre las naciones y los seguidores de las religiones.”

Charlotte Kates agradeció al Comité de Derechos Humanos por el honor y el premio, destacando el papel de la República Islámica en la oposición a las políticas de Estados Unidos, Occidente y el sionismo, así como el apoyo brindado por el pueblo iraní a la resistencia en Palestina, Líbano y la región. En un mensaje de vídeo reproducido durante el acto, Kates señaló que ella y Samidoun forman parte de un movimiento mundial por la justicia en Palestina que ha crecido y florecido a medida que personas de todo el mundo llenan las calles de ciudades y capitales en favor de Palestina, exigiendo el boicot al régimen sionista genocida y emprendiendo acciones directas para cerrar empresas armamentísticas. Este movimiento de base mundial cree firmemente que las fuerzas de resistencia unificadas de la región tomarán todas las medidas necesarias para que los agresores rindan cuentas por el asesinato de Ismail Haniyeh, la violación de la soberanía de Irán y los últimos 76 años de genocidio contra el pueblo palestino.

Kates dedicó el premio al movimiento de presos palestinos en las cárceles sionistas, señalando:

“Este premio es realmente para los mártires y los prisioneros de Palestina: para Walid Daqqah, el luchador por la libertad, escritor y revolucionario palestino, encarcelado desde 1986 hasta su martirio este año dentro de las prisiones de ocupación, cuyo cuerpo sigue retenido por la ocupación; para el Jeque Khader Adnan, quien obtuvo su libertad de las prisiones de ocupación mediante huelgas de hambre en cuatro ocasiones, y que se dedicó a apoyar a sus compañeros de lucha en el movimiento de presos, siendo martirizado en mayo de 2023 durante su última huelga de hambre exigiendo la libertad; para los presos con largas condenas que el régimen sionista se niega a liberar, los líderes, los luchadores de la resistencia que siguen luchando por la liberación de Palestina cada día tras las rejas.

“Para Abdullah Barghouthi, quien cumple la condena de prisión más larga de la historia por su papel al frente de la resistencia armada palestina; para Ahmad Sa’adat, encarcelado primero por la Autoridad Palestina bajo vigilancia estadounidense y británica, y luego por el régimen de ocupación sionista; para Marwan Barghouthi, Abbas al-Sayyed e Ibrahim Hamed; para los estudiantes encarcelados, como Layan Kayed, Shahd Asafra y Hadeel Shatara, detenidos en las cárceles sionistas por su compromiso con la liberación en sus estudios y en su sociedad; para cada uno de los más de 10,000 palestinos recluidos en las cárceles de ocupación y los miles más detenidos en sus campos de tortura militar, como el tristemente célebre Sde Teiman. Este honor no es para mí, sino para todos los presos palestinos y para todo el pueblo palestino que lucha por la liberación y el retorno.”

Durante su visita a Teherán, organizada por el Instituto para la Protección de los Derechos de la Mujer, una organización no gubernamental, Kates participó en una amplia gama de entrevistas con programas de televisión iraní y otros medios de comunicación, incluyendo Al-Ofogh, Press TV, Mizan, Mehr News, Safir TV, IRNA, ISNA, y otros medios, como una entrevista especial con Marzieh Hashemi de Press TV.

También participó en una entrevista conjunta en directo con Gharibabadi la noche del 4 de agosto, en la que habló tanto de la situación de los presos palestinos como de la represión dirigida contra los organizadores de la liberación palestina en varios países imperialistas occidentales, como Alemania, Estados Unidos, Francia y Canadá. Además, concedió una entrevista especial en “Foreign Affairs” de Safir TV, copresentada por Elham Abedini.

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Kates también intervino en varias reuniones y foros durante su estancia en Teherán, incluida una reunión en el Centro de Investigación del Parlamento iraní sobre los principios islámicos y occidentales de los derechos humanos, presidida por Elham Abedini, de Samidoun Iran. Además, participó en una reunión con mujeres activistas sociales sobre las mujeres palestinas atacadas en Gaza, en la que abordó la situación de las mujeres palestinas detenidas, la campaña Dismantle Damon y el martirio de Wafa Jarrar, anunciado esa misma mañana

A continuación, reproducimos su intervención en el foro:

Es un gran honor estar aquí con ustedes hoy en la República Islámica de Irán, y especialmente en este momento, en medio del genocidio sionista en curso en Gaza contra el pueblo palestino, y del papel heroico de la Resistencia en Palestina y en toda la región, que se erige en la primera línea de defensa no solo de las vidas palestinas, sino de la humanidad misma. Este honor cobra aún mayor relevancia al coincidir con el reciente asesinato del gran líder mártir Ismail Haniyeh y el ataque a la soberanía de Irán. Es más importante que nunca estar aquí en este momento y expresar la convicción y la fe de los movimientos populares del mundo en las fuerzas de resistencia unificadas de la región para que los responsables de estos horribles crímenes y de 76 años de genocidio en la Palestina ocupada rindan cuentas.

Hoy hablo en calidad de coordinadora internacional de la Red de Solidaridad con los Presos Palestinos Samidoun, una red internacional de organizadores, comités y activistas comprometidos con la liberación de los presos políticos palestinos, una causa que consideramos parte integral de la liberación de Palestina, desde el río hasta el mar. Desde el inicio del proyecto sionista, el encarcelamiento político ha sido siempre un arma colonial utilizada contra el pueblo palestino. De hecho, esta táctica fue también empleada por el mandato colonial británico sobre Palestina. Recordemos los levantamientos del pueblo palestino en 1922, 1929, y 1936-39: el colonizador británico aplicó la detención arbitraria sin cargos ni juicio, lo que hoy conocemos como detención administrativa en Palestina. Además, demolían las casas de los palestinos que se resistían y ejecutaban a los líderes revolucionarios. Y, por supuesto, a través de la infame Declaración Balfour y más allá, apoyaron, alentaron, armaron y potenciaron el proyecto colonial sionista.

El sionismo en Palestina siempre ha sido un aliado y un instrumento del imperialismo y de las potencias imperiales: en aquel entonces, del Imperio Británico, y hoy, del Imperio estadounidense. Por lo tanto, cuando hablamos de los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos por el régimen sionista; cuando mencionamos las violaciones de los derechos de los palestinos y el genocidio en curso en la Palestina ocupada, debemos ser claros: se trata de un genocidio perpetrado conjuntamente por Estados Unidos y el sionismo, un proyecto dirigido a la desposesión y erradicación del pueblo palestino para establecer una base firme de control y dominación sobre los pueblos de la región. Y sin embargo, sigue siendo un fracaso, a pesar de los miles de millones de dólares en armamento, a pesar de las matanzas masivas, de la destrucción de todas las universidades de Gaza, de los bombardeos a escuelas, mezquitas, hospitales y campos de refugiados, de edificios residenciales y de la agresión más mortífera contra periodistas de la que se tiene constancia. Sigue siendo un fracaso porque el pueblo palestino continúa resistiendo y asestando duros golpes al ocupante colonial, porque, a pesar de la devastación, Palestina está más cerca de la liberación de lo que lo ha estado en ningún otro momento desde 1948.

Hoy hablamos en medio de graves y extremos crímenes de guerra que se siguen cometiendo en Gaza, donde al menos 39.000 palestinos, y probablemente muchos más, han sido martirizados, con estimaciones creíbles de hasta 186.000 palestinos, según un informe de la respetada revista médica The Lancet. Con más del 95% de los 2,2 millones de habitantes de la Franja de Gaza desplazados, está claro que lo que presenciamos en Gaza, y en toda la Palestina ocupada durante más de 76 años, es genocidio.

El encarcelamiento masivo de palestinos y la lucha por su liberación son parte integral de ese genocidio y de la resistencia contra él, por el retorno, la liberación, la autodeterminación y la soberanía. Los presos palestinos son hombres y mujeres, niños y ancianos, trabajadores y agricultores, profesores y estudiantes, organizadores comunitarios y luchadores por la libertad. Están encarcelados por el régimen sionista porque este proyecto colonial busca aislar a estos líderes palestinos de su pueblo y privar a la causa palestina de su liderazgo, e intenta imponer ese aislamiento también a nuestro movimiento global. Los prisioneros palestinos son sometidos a graves torturas y abusos, se les priva de alimentos, de tratamiento médico, y se les somete a interrogatorios militares. Sabemos de 21 prisioneros que han sido martirizados en el sistema penitenciario y de al menos 38 en los campos de detención militar, y en muchos de estos casos, el régimen sionista retiene sus cuerpos, junto a los cuerpos de cientos de otros mártires de Palestina, en un intento de mantenerlos como rehenes para utilizarlos contra la resistencia. Sin embargo, los presos palestinos, entre los que se cuentan 88 mujeres, cientos de niños y casi 4.000 detenidos sin cargos ni juicio en régimen de detención administrativa, no son meras víctimas de los crímenes contra la humanidad que se les han impuesto. También son líderes, resistentes, luchadores y combatientes por la libertad. Convierten las mazmorras del colonizador sionista en escuelas revolucionarias de resistencia y liberación, y se presentan una y otra vez para avanzar en la lucha.

Se ha demostrado una y otra vez que el régimen sionista se negará a liberar a los prisioneros palestinos a menos que se vea obligado a hacerlo por la resistencia. Del mismo modo, el régimen sionista nunca cederá tierras ni reconocerá los derechos de los palestinos hasta que, o a menos que, se vea forzado a hacerlo. La resistencia palestina ha demostrado claramente que la única manera eficaz de liberar a sus prisioneros en las mazmorras del ocupante es llevar a cabo un intercambio de prisioneros. Los intercambios de prisioneros han sido mecanismos poderosamente eficaces para liberar a los líderes encarcelados. El gran intercambio de prisioneros de 1985 allanó el camino para la gran Intifada popular de 1987; el gran intercambio de Wafaa al-Ahrar de 2011 allanó el camino para el excepcional desarrollo de la resistencia en Gaza. Mientras tanto, los funcionarios sionistas compiten por declarar sus claras intenciones de torturar, hacer pasar hambre e incluso matar a los prisioneros. El llamado Servicio de Prisiones de “Israel” está dirigido por el notorio fascista Itamar Ben-Gvir, quien declaró su intención de ejecutar a los prisioneros palestinos y, mientras tanto, “alimentarlos lo menos posible”. Esto ni siquiera se refiere a los miles de detenidos en el infame campo de detención militar de Sde Teiman, sometidos a las formas más horribles de tortura y abusos, hasta el punto de que los sionistas se amotinaron recientemente en toda la Palestina ocupada para exigir el supuesto derecho de los soldados sionistas a torturar y violar a los detenidos palestinos. Se ocultan sus nombres e identidades, y se les somete a un trato aún más extremo que a los prisioneros palestinos en las cárceles de ocupación.

Todo esto, el liderazgo de los presos, el hecho de que sean la brújula y la conciencia de la causa palestina, la tortura y los abusos sistemáticos y rutinarios que sufren, y el amor y la dedicación a su libertad, profundamente arraigados en la resistencia, es la razón por la que el pueblo palestino y su resistencia armada están dispuestos a hacer enormes sacrificios para lograr la liberación de sus presos, porque la liberación de Palestina requiere su liberación. Por eso, a pesar del genocidio, el pueblo palestino y su resistencia siguen empeñados en la liberación, dedicados a alcanzar sus objetivos, con los prisioneros en el centro de la lucha por una Palestina liberada.

Cuando hablamos ahora, después de 300 días de genocidio y 300 días de resistencia, debemos ser claros: el 7 de octubre, el gran Diluvio de Al-Aqsa, cambió el mundo de manera irreversible. Este día dejó claro ante el mundo que es muy posible imaginar una Palestina libre de sionismo y una región libre de imperialismo. Cada día desde entonces, la Resistencia unificada ha seguido defendiendo a la humanidad contra el genocidio. El frente de resistencia unificado, que se extiende desde Palestina hasta el Líbano, donde la Resistencia libanesa está limpiando el norte de la Palestina ocupada de soldados de ocupación y colonos; hasta Yemen, donde el pueblo yemení, el gobierno, las fuerzas armadas y el movimiento AnsarAllah han cerrado las líneas de suministro del genocidio en el Mar Rojo, provocando la quiebra del puerto de Eilat; pasando por Irak, Siria, y aquí mismo en Irán, en el corazón palpitante de la Resistencia, se extiende por todo el mundo a todos los que se enfrentan al imperialismo, al sionismo y a la reacción.

Hoy existe una gran Intifada mundial, inspirada en los horrores del genocidio y en la fuerza y determinación del pueblo palestino y su resistencia, y de todas las fuerzas de resistencia de la región, una gran unidad de frentes que defiende a la humanidad frente al saqueo y la explotación. Esta Intifada global va acompañada de una gran ola de criminalización de la solidaridad, un intento desesperado de los imperialistas y los sionistas de descarrilar el movimiento de liberación. Los organizadores de las protestas en las calles son arrestados, criminalizados y condenados a largas penas de prisión en Europa y América. Las redes sociales y las cuentas de los organizadores se cierran, las campañas de presión se abren y los ataques a la libertad de expresión se redoblan, pero la resistencia mundial no puede ser derrotada.

En Samidoun, nuestra lucha está dedicada al desmantelamiento de las prisiones sionistas y, con ello, al desmantelamiento de toda la ocupación sionista y la liberación de Palestina. En las manifestaciones de Samidoun en las calles de Nueva York y Berlín, París y Toulouse, Vancouver y Bruselas, y en muchas otras ciudades del mundo, y entre nuestros organizadores y nuestros compañeros, se repite una consigna: ¡Queremos ver las prisiones sionistas convertidas en museos! Y queremos ver la liberación de Palestina, del río al mar, la vuelta de los refugiados palestinos y el desmantelamiento de toda forma de ocupación, colonización y apartheid.

Así como el movimiento de resistencia ha demostrado su fuerza para liberar a sus prisioneros, también puede ganar la liberación de toda Palestina. Nos alzamos contra la normalización de las prisiones, contra la aceptación de un sistema de genocidio, y en solidaridad con las fuerzas de la Resistencia, aquí mismo en Irán y en toda la región. Hacemos un llamamiento a la unidad de la Resistencia desde Palestina hasta Irán, pasando por Irak, Líbano, Yemen y Siria, y más allá, para apoyar al pueblo palestino hasta la victoria final.

Sabemos que la ocupación sionista caerá, y que la ocupación estadounidense caerá. Vemos que se acercan a su fin, y es nuestra responsabilidad hacer todo lo posible para que esos momentos lleguen más rápido, para acelerar la caída de la ocupación y hacer todo lo que podamos para apoyar a la Resistencia y construir nuestros propios movimientos que puedan hacer responsables a nuestros propios Estados y a las potencias imperialistas y defender a la humanidad contra el genocidio.

Hoy, al reunirnos en Teherán, reafirmamos nuestra responsabilidad compartida en la defensa de la humanidad y la responsabilidad colectiva de nuestras fuerzas y movimientos de la Resistencia para que los criminales de guerra y genocidas sean llevados ante la justicia, para poner fin al genocidio en Palestina y por toda la región, y para hacer avanzar nuestro proyecto de liberación, justicia y dignidad. Hoy proclamamos con el puño en alto: ¡Al-Quds, hemos venido a liberarte!