Las fuerzas de ocupación arrestan a la abogada palestina Banan Abu al-Haija mientras toda su familia lucha contra el encarcelamiento y la injusticia
El miércoles 7 de mayo, las fuerzas de ocupación sionistas arrestaron a la abogada palestina Banan Abu al-Haija en el puesto de control ilegítimo de Jabara, al sur de la ocupada Tulkarem, en Cisjordania. Banan se dirigía a visitar a su madre, Asmaa Abu al-Haija, quien actualmente recibe tratamiento contra el cáncer en el Hospital Istishari de Ramala, tras sufrir recurrentes tumores cerebrales.
Banan es hija de Jamal Abu Al-Haija, líder de la resistencia palestina y preso político, quien cumple nueve cadenas perpetuas en prisiones de la ocupación y se encuentra actualmente en aislamiento junto con otros dirigentes del movimiento de prisioneros. Es hermana de Abdel-Salam y Asem Abu al-Haija, ambos en detención administrativa —encarcelamiento arbitrario sin cargos ni juicio—, mientras que su tercer hermano, Imad, excarcelado, fue detenido meses atrás por la “Autoridad Palestina” colaboracionista bajo la llamada “coordinación de seguridad” con el régimen sionista. Su cuarto hermano, Hamza, fue asesinado por las fuerzas de ocupación en 2014.
La propia Banan ya había sido detenida anteriormente, al igual que su madre, Asmaa, quien pasó nueve meses en detención administrativa. Su esposo, Abdullah Rusrus, también es un ex prisionero que permaneció seis años en cárceles de la ocupación y fue posteriormente arrestado por la Autoridad Palestina por motivos políticos.
Una familia marcada por la resistencia
Jamal Abu al-Haija, padre de Banan, es uno de los líderes más destacados de Hamas. Héroe de la resistencia en el campo de refugiados de Yenín durante la batalla de 2002, cumple nueve cadenas perpetuas más 20 años de prisión por su participación en las Brigadas Izz el-Din al-Qassam. Antes de su captura en 2002, había sido arrestado en cuatro ocasiones desde su regreso a Palestina en 1990. Nacido en 1959 en el campo de refugiados de Yenín, en el seno de una familia desplazada durante la Nakba, Jamal creció bajo la influencia de su padre, el jeque Abdel-Salam Abu al-Haija, imán de la mezquita local. Su hogar fue refugio para combatientes de la resistencia durante décadas.
Tras graduarse en la universidad de Ammán, Jamal enseñó en varios países árabes antes de regresar a Yenín en 1990, en plena Intifada. Se unió a Hamas, fundado en 1987, y se convirtió en su portavoz y coordinador con otras fuerzas de resistencia. Durante los años 90, lideró el movimiento en el norte de Cisjordania y defendió los derechos de los refugiados. Sufrió múltiples detenciones, tanto por parte de la ocupación como de la Autoridad Palestina.
En 2002, durante la Intifada de Al-Aqsa, Jamal participó activamente en la defensa del campo de Yenín contra la invasión israelí. Herido por una bala explosiva que le causó la amputación de su brazo izquierdo, fue capturado el 26 de agosto de ese año y sometido a torturas durante meses. Su casa fue destruida por un misil, aunque luego fue reconstruida. Desde entonces, ha permanecido encarcelado, gran parte del tiempo en aislamiento, incluso tras la huelga de hambre de 2012. Desde el 7 de octubre de 2023, su situación se ha agravado debido al aumento de la represión contra los prisioneros palestinos.
Hermanos entre rejas
Asem y Abdel-Salam Abu al-Haija, hermanos de Banan, llevan años en prisión bajo detención administrativa, sin juicio. Asem, liberado brevemente en enero de 2023, fue detenido nuevamente en julio del mismo año. Abdel-Salam, encerrado desde agosto de 2022, ha realizado huelgas de hambre para exigir ver a su familia. Imad, otro hermano, fue liberado en abril de 2023 tras años de encarcelamiento, pero fue arrestado meses después por la Autoridad Palestina y permanece en la prisión de Junaid, separado de su esposa, hijos y madre enferma.
Hamza, el mártir de la familia
El menor de los hermanos, Hamza, asesinado en 2014 combatiendo en las Brigadas Al-Qassam. Fue asesinado junto a dos compañeros cuando las fuerzas israelíes dispararon un misil contra su apartamento. Antes de su martirio, había sido perseguido tanto por la ocupación como por la Autoridad Palestina.
Asmaa, una madre entre el dolor y la enfermedad
Asmaa Abu al-Haija, esposa de Jamal y madre de Banan, fue detenida administrativamente en 2003. A sus 61 años, lucha contra el cáncer y ha sufrido múltiples tumores cerebrales. Las autoridades israelíes le han impedido repetidamente recibir tratamiento especializado en el extranjero, incluso cuando perdió la vista en un ojo.
Banan, la abogada que desafía la ocupación
Banan, detenida durante 23 días en 2007, estudió derecho para defender a los prisioneros palestinos. Al igual que su familia, ha sido víctima de prohibiciones de viaje y se le ha negado el derecho a visitar a su padre en prisión.
Un mensaje de resistencia
En 2022, durante la boda de su hija Sajida, Jamal envió un mensaje desde la cárcel:
“Aceptamos el cautiverio hoy para legaros una patria libre mañana. Cuando cuentes a tus hijos la historia de la liberación, diles que sus abuelos lucharon para expulsar al ocupante.”
La Red Samidoun exige la liberación de Banan y su familia, denunciando que su arresto es un ataque contra los defensores de los derechos palestinos. Yenín, su ciudad natal, sufre constantes incursiones militares, parte de una estrategia para reprimir la resistencia y expandir la colonización.
Como en Gaza, donde más de 52.000 palestinos han sido asesinados, estos crímenes cuentan con la complicidad de potencias como EE.UU., Reino Unido y la UE. La liberación de los presos políticos es un paso esencial hacia el fin del genocidio y la ocupación, en el camino hacia una Palestina libre, del río al mar.
Descubre más desde Samidoun: Red de solidaridad con los presos palestinos
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