Segunda carta, desde la cárcel, de Khalida Jarrar en el adiós a su hija Suha fallecida a los 30 años hace tres días:
“La llegada de Suha a la vida fue estando su padre preso, y ahora la abandona estando su madre presa. Es la síntesis humana e intensa de la vida del palestino que ama la vida, la esperanza y la libertad y, aborrece la esclavitud y el colonialismo, porque esta ocupación nos arrebata todo, hasta el oxigeno que respiramos. Nos priva de todo, como ha hecho ahora conmigo, de despedir a mi pequeña Suha, y tuve que despedirla con una rosa que creció sobre la tierra de la patria. Descansa en paz amor de mi corazón.
En cuanto a ti Yafa (segunda hija de Khalida), yo te amo con todo mi corazón, al igual que amaba a tu alma gemela Suha. Sé fuerte, para que yo me pueda tomar mis fuerzas de ti. Y le digo a Ghassan (el marido de Khalida), sé fuerte y cuídate y cuida a Yafa y, no te preocupes por mi. Y os digo a todos: dar a Suha lo que se merece, hablar de ella y de sus cualidades y de lo maravillosa que era. Plantad un olivo al lado de su tumba para que le de sombra siempre. Os amo.”