AGENCIA PACO URONDO conversó con Jaldía Abubakra, activista palestina nacida en Gaza y exiliada en España desde que tenía nueve años, lugar desde donde desarrolla su activismo por los derechos de su pueblo y por los derechos humanos en general. Relató la historia de Alkamara, el movimiento de mujeres palestinas, la historia de la brigada Ghassan Kanafani y sus vivencias en la última misión de la brigada en el Líbano.
Por Nadia Mayorquín
AGENCIA PACO URONDO conversó con Jaldía Abubakra, activista palestina nacida en Gaza y exiliada en España desde que tenía nueve años, lugar desde donde desarrolla su activismo por los derechos de su pueblo y por los DDHH en general. Relató la historia de Alkamara, el movimiento de mujeres palestinas, la historia de la brigada Ghassan Kanafani y sus vivencias en la última misión de la brigada en el Líbano. “Este movimiento surge como una respuesta a la necesidad de tener un espacio de iniciación de las mujeres palestinas, así como de dar a conocer su rol en la resistencia y lucha por la liberación y visibilización”, destacó.
AGENCIA PACO URONDO: ¿Cómo surge el movimiento Alkarama?
Jaldía Abubakra: Alkarama es un movimiento de mujeres palestinas que nació en el 2017 en el Estado Español. Tiene su día de celebración todos los 30 de marzo, en la víspera del día de la tierra Palestina. Este movimiento surge como una respuesta a la necesidad de tener un espacio de iniciación de las mujeres palestinas, así como de dar a conocer su rol en la resistencia y lucha por la liberación y visibilización. Apuntamos a combatir la visión estereotipada que se tiene de la mujer palestina, árabe o musulmana principalmente en Occidente. Últimamente se nos han unido mujeres de otros territorios como Francia, Brasil y compañeras que viven en Palestina.
APU: ¿Quién es Ghassan Kanafani?
JA: Ghassan Kanafani fue un intelectual palestino, revolucionario, escritor y periodista polifacético que, a pesar de no tomar un arma en su vida el poder israelí sionista lo consideró tan peligroso que terminaron asesinándolo, poniendo una bomba en su coche.
Ghassan despertaba las consciencias con sus escritos, ya sean con novelas cortas, artículos o cuentos para niñas y niños. Era también el portavoz de la resistencia, realizaba los posters de las luchas, daba charlas y dialogaba con los medios de comunicación. Nosotras, me refiero a nuestro movimiento de Masar Badil hemos tomado como ejemplo su frase célebre que nos decía: “Si fracasamos como defensores de la causa, lo correcto sería cambiar a los defensores, no la causa.”
APU: ¿Cómo nacen las Brigadas Ghassan Kanafani?
JA: En Samidoun queríamos ir de brigada a Gaza, todo esto después del último ataque a Gaza en mayo de este año, para conocer la situación sobre el terreno y mostrar nuestro apoyo, también de alguna manera romper el bloqueo impuesto desde hace 15 años. A nuestras Brigadas le hemos puesto el nombre de Ghassan Kanafani, porque en primer lugar consideramos a Ghassan nuestro guía y líder a quien hay que honrar y recuperar sus ideales. También porque la brigada coincidía con el 49 aniversario de su asesinato a manos del musad israelí.
APU: ¿Cuáles han sido las últimas misiones de la brigada?
JA: En estas últimas fechas, es decir en el mes de julio con la brigada teníamos la intensión de ir a la Franja de Gaza, sobre todo después de la última batalla que bautizaron como “La espada de Jerusalén”. Somos un grupo de activistas de Samidoun que estamos trabajando por la causa Palestina y consideramos necesario que después de 15 años de bloqueo sobre la zona de Franja de Gaza la gente debe empezar ir y conocer la realidad sobre el terreno. Además, habíamos escuchado que las autoridades egipcias habían aflojado un poco el bloqueo que mantienen en la frontera sur de Gaza en Rafah pero no conseguimos los permisos, por lo tanto, las noticias anunciadas sobre una mayor flexibilidad en el bloqueo no son ciertas. Finalmente no pudimos conseguir los permisos para pasar por Egipto y decidimos ir a Líbano a conocer la situación de los campos de refugiados palestinos que no es menos importante que nuestra gente en Gaza y la situación de crisis política y económica que vive el pueblo libanés en los últimos años y que se va agravando. La brigada la formábamos activista de Samidoun de varios países europeos.
APU: ¿Podrías narrarnos tus impresiones de la última misión de la Brigada en el Líbano?
JA: Los diez días que estuvimos en el Líbano, fueron bastante intensos. Visitas cada día, no paramos ni un minuto. Fuimos a casi todos los campos de refugiados palestinos en estas geografías, excepto dos o tres que fue difícil llegar. El primer día fuimos a rendirle homenaje a Ghassan Kanafani al cementerio de mártires donde se encuentran luchadoras y luchadores de la resistencia palestina. Fuimos a la tumba de Ghassan y de otras y otros luchadores palestinos caídos, pero no solo de esa nacionalidad, sino también había personas árabes, iraníes, japoneses que viajaron para estar en las filas de la resistencia Palestina.
Visitamos los campamentos o campos de refugiados: de Shatila, Burj Al Barajneh, Ein El Helweh, Aldabawi, Al Jalil en el norte es decir hemos recorrido el Líbano de norte a sur en Beirut y sus alrededores. En esos campos nos hemos encontrado con la situación infrahumana en la que viven las y los refugiados. Vimos como luchan y resisten sobre todo las y los más jóvenes. Conocimos organizaciones y asociaciones que trabajan de manera voluntaria con las y los niños donde dan clases de apoyo escolar, no solamente este tipo de educación sino también sobre historia y la cultura Palestina para que estos no pierdan su identidad palestina que es tan importante y que no se da en las escuelas de la UNRWA que son las que operan en estos campos de refugiados y refugiadas, ni en las escuelas libanesas. Esas asociaciones voluntarias son el Club Cultural Palestino Árabe en Albaddawi y en Shatila y el Centro de Alnaqab donde hacen deporte y sobre todo lo que me llamó la atención es que las y los más pequeños tienen una participación activa en la toma de las decisiones, hacen elecciones democráticas para la elección de la junta directiva del club o centro publicitándose con su programa cada uno de ellos y luego se elige la junta directiva siendo quieres deciden los programas que van a seguir, actividades. Es una forma de inculcar una cultura democrática a los niños y niñas que se encuentran refugiados y refugiadas.
Nos encontramos con activistas del BDS en el Líbano, se llaman Boicot a quienes apoyan la entidad sionista, porque no solamente hacen boicot a los productos israelíes sino también a cualquier empresa, entidad o persona que con negocio y sus comportamientos apoye o normalice los vínculos con la entidad sionista.
APU: ¿Qué fue lo que más te impacto en esta misión?
JA: La visita al sur del Líbano, la frontera con el norte de Palestina fue bastante emotivo, ver nuestra tierra desde el otro lado, lo cerca que esta. Ver las casas de colonos, sus asentamientos en territorio robado y que quienes son dueños y dueñas de esas tierras son quienes viven hoy en día después de setenta y tres años en campos de refugiados del Líbano. Ese ha sido un día muy emocionante, hemos llorado, se nos ha revuelto todo.
Ese día se encontraron en el mismo puerto las convicciones éticas y políticas junto a la trayectoria personal y colectiva de cada brigadista. Por supuesto, también muchos sentimientos.
Desde la montaña de Mleeta veíamos el norte de Palestina, lugar desde donde la resistencia libanesa había vencido a las tropas israelíes sionistas en su intento por consolidar la ocupación en el sur de Líbano. Veíamos la línea fronteriza que separaba al Líbano del norte de la Palestina colonizada en 1948, Galilea Al Yalil. El camino que marca la división. Se podía apreciar la extensión de tierra baldía hacia dentro que a pesar de pertenecer a Líbano, no puede ser aprovechada para cultivo por los libaneses debido a la amenaza criminal israelí sionista. Sin embargo, la colonización israelí tiene construida una colonia a escasos metros de la línea fronteriza. Nosotras veíamos llegar los coches de los colonos israelíes venidos de todas partes del mundo hacia las tierras expropiadas en 1948 a las familias palestinas. Es verdaderamente vomitivo observar flora y construcciones arquitectónicas propias de países occidentales en una zona geográfica completamente discordante con ese modelo implantado por la colonización.
La frontera estaba demarcada con un gran muro. Allí, en tierra libanesa, varias familias resistían en sus hogares pegados al muro como símbolo de resistencia y desafío al miedo que intenta imponer el régimen israelí. Allí, activistas de la Campaña Global por el Retorno habían plantado árboles en conmemoración por los mártires palestinos que heroicamente trataron de cruzar la frontera para retornar a sus hogares en Palestina, y que habían sido asesinados por los soldados israelíes sionistas.
También hemos visto como la resistencia libanesa ha sido capaz de liberar el sur del Líbano y conocimos algo de las tácticas que habían utilizado y lo que la entidad sionista quiere hacernos creer al mundo entero que es una fuerza invencible si ha sido vencida y es posible vencerla.