En el cuarto día de la delegación internacional de Samidoun, la Brigada Ghassan Kanafani visitó el campamento Burj Al Barajna en el sur de Beirut. En el campamento nos reunimos con el centro cultural Al Naqab, con su coordinador Mohammed Daher y con el resto de los jóvenes voluntarios.
El centro cultural fue fundado en 2013 por el grupo Maan (“todos juntos”) y el movimiento juvenil palestino (PYM).
El centro tiene cuatro puntos principales en los que trabajan:
-Ser económicamente independientes. No quieren depender de las ONG, de las organizaciones benéficas, ni de partidos políticos.
– Abogan por una “Palestina libre del río al mar”.
-La gente que trabaja en el centro es voluntaria.
-Boicot a los productos y empresas israelíes y/o aquellas que apoyan y normalizan al régimen sionista.
El centro observó los efectos negativos que el plan de estudios de las escuelas de la UNRWA tiene entre los estudiantes, ya que no les dedican el tiempo ni la atención necesaria para que desarrollen un pensamiento crítico e independiente. Para ello, los hacen partícipes de la elaboración del programa de estudios, para que así se comprometan a cumplir los objetivos que ellos mismos han marcado. Por otro lado, las escuelas de la UNRWA no proveen a los estudiantes de información y conocimiento sobre la geografía, la historia y la realidad de Palestina. Esto condujo a lo que ahora es la actividad principal del centro cultural: La educación extraescolar, con un enorme esfuerzo en enseñar la historia y geografía de Palestina.
Con el tiempo, la educación extraescolar y sus alumnos pasaron a formar parte del proyecto. Ellos son los que lo mantienen bien porque fomentan otras actividades (tienen un equipo de fútbol) deportivas; bien porque una vez que acaban sus estudios son ellos mismos los que se unen como voluntarios.
El programa extraescolar empezó ayudando a los estudiantes con los deberes y las tareas escolares en general, pero evolucionó y se convirtió en un lugar en el que los voluntarios podían ayudar no sólo a mejorar sus conocimientos, sino que además se convirtió en un espacio de politización donde no se educa por educar, sino con el objetivo de que sean los jóvenes los que lideren la emancipación de Palestina. Por ello, la discusión política y la implicación en los problemas sociales, políticos y económicos del campo son una parte esencial del programa.
Durante la pandemia de la Covid-19 quedó claro que la mayoría de los estudiantes no tenían acceso al material adecuado para seguir las clases de forma telemática, y tampoco estaban acostumbrados a trabajar de forma independiente sin la tutela de un profesor. Esto se convirtió en un problema cuando los chicos de repente tuvieron que usar sus teléfonos para seguir las clases. El centro convirtió el problema en una oportunidad para enseñarles a trabajar por sí mismos.
También se coordinan y trabajan con los palestinos en Palestina y en la diáspora. Nuestra reunión ha sido una oportunidad para estrechar lazos y empezar a colaborar con el centro Al Naqab desde nuestros países.